miércoles, 15 de marzo de 2017

Mis mayores referentes.

Queridos abuelos:

Como bien sabéis, no se me da muy bien estas cosas, por ello, prefiero escribirlo a través de esta pantalla.
Echo la vista atrás y puedo recordar cada uno de los momentos que he pasado con vosotros, cada una de esas historias que hemos vivido juntos. 

Ahora, me pongo a pensar y, lo primero que se me viene a la cabeza es daros las gracias por vuestra infinita paciencia, por vuestros magníficos consejos, por secarme las lágrimas después de ir a casa con las rodillas ensangrentadas, por defenderme de mamá y papá cada vez que me echaban una riña, por estar ahí siempre, pero sobre todo, por protegerme como vosotros solo sabéis hacerlo.

Puedo recordar cada vez que he dicho "abuela, hoy duermo en casa, pero duerme tú conmigo", "abuelo, juega conmigo al balón", "abuela, haz ese arroz tan rico que haces" porque sin duda, nunca he probado un arroz tan delicioso como el que haces tú. También, pienso en cada historia que me habéis contado, nunca se me olvidará cuando con dos años decía que quería dormir en vuestra casa y a medio camino quería irme con mamá, o cuando me contáis cada año cuando se va acercando mi cumpleaños, el recuerdo que tenéis de cuando me visteis la carita por primera vez, y todavía, después de 19 años, se os ponen los ojos vidriosos, de felicidad.

"Abuela, soy tu nieta favorita", te repito constantemente, ya que soy la mayor de los tres nietos que tenéis, pero la única niña (así que no creo que sea muy difícil serlo) y tú cada vez me dices "claro que sí, mi niña y además, eres la niña más guapa del mundo", pero ¿para que abuelo sus nietos no son los más bonitos del planeta?

Puedo definir la felicidad como "ver año tras año que seguís aquí conmigo, caminando junto a mí".
Abuelo, tú que eres el hombre más fuerte del mundo, y tú, abuela, la mujer más bonita de mi vida. Espero poder disfrutar de vosotros muchos años más de mi vida, poder seguir caminando juntos de la mano, y seguir alcanzando metas junto a vosotros.

Gracias abuelos, por enseñarme lo que es la vida y por enseñarme a saber disfrutarla.

8 comentarios:

  1. Al leer tu publicación, no he podido evitar recordar a los míos, a los que aún siguen conmigo y a los que desgraciadamente ya se han marchado. Considero que no hay cariño más tierno y especial que aquel que nos proporcionan los abuelos, los "abus", como a mí me gusta llamarlos. Deberíamos tenerlos siempre presente y tomar ejemplo de ellos, para recordarlos con cariño, amor y orgullo.

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  2. Creo que no hay cariño y amor más bonito y más verdadero que el de un nieto y un abuelo.
    Debemos disfrutar con ellos cada día, y tomarlos como ejemplo, porque ellos sí que son verdaderos héroes.

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  3. Me han encantado estas sinceras palabras que has dedicado a tus abuelos. Los abuelos siempre nos consienten todo, nos libran o nos han librado de la bronca de nuestros padres y siempre miran por nuestro bien. Ojalá yo pudiera seguir disfrutando de ellos.
    Un saludo.

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  4. Muchas gracias, María. No puedo dedicarles otras palabras porque eso es lo que son para mí, todo.
    Un saludo.

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  5. No tengo palabras, me he emocionado por completo. Mientras te leía, se iban reproduciendo en mi mente miles de momentos vividos.
    Desgraciadamente no he disfrutado de mis abuelos, pues no llegué a conocerlos, pero mis abuelas se han encargado de llenar ese vacío. Y hasta tal punto se lo propusieron, que parece que he vivido toda la vida junto a ellos, con sus historias, con su amor incondicional. Estoy tan orgullosa de esas dos mujeres indestructibles, y hoy por hoy puede decir bien alto que todo lo que se en la vida es gracias a ellas.
    Recuerdo con ternura cuando me sentaba con mi abuela materna frente a un bol enorme de cerezas (sabe que son mi debilidad) mientras ambas intercambiábamos historias interminables. O cuando iba a visitar a mi abuela paterna y lo primero que me decía era "Reina, cada día estás más guapa ¡Vaya nieta tengo!".
    A veces no apreciamos lo que tenemos porque nos acostumbramos, hasta que lo perdemos. Es por eso que te aconsejo que les des muchos mimos, que no te olvides de decirles que los quieres (cada dos segundos si es necesario) y que le saques provecho a su sabiduría infinita. Nadie, jamás, les va a reemplazar.

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    1. Quédate con eso, con los buenos recuerdos que tienes de tus abuelas y de lo mucho que te queda por aprender con ellas. Quédate también con su posición de abuela y de abuelo y con toda la positividad que transmiten.

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  6. Hola Mirian. He decidido que iba a publicar en esta entrada porque para mí, mis abuelas son pilares en mi vida. Yo no tuve la suerte de conocer a mis abuelos, pues uno murió bastante antes de que yo naciera y el otro, por desgracia, a la semana de mi nacimiento. Envidio todo lo que has pasado con ellos, lo envidio porque hubiese dado mi vida por poder pronunciar la palabra abuelo esperando una respuesta.
    Hoy en día tengo a mis dos abuelinas conmigo, una de ellas como bien sabes, mi morita, está enferma y no hay día que tema levantarme y que no esté conmigo. La verdad es que no nos damos cuenta de cuanto poseemos, de lo dichosos que somos por tener esos segundos padres, en mi caso madres, de que siempre haya habido una persona para darnos dinero a escondidas, algún chocolate y alguna que otra regañina llena de risas después. Me ha encantado tu entrada, me ha encantado que hables de algo tan personal y especial. Y es que, yo no sé que serán los abuelos que tienen la capacidad de que todos caigamos rendidos a sus pies. Felicidades, una entrada preciosa.

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    1. Muchas gracias por tus palabras Arantxa.
      Como he dicho a Laura, hay que quedarse con todos los recuerdos positivos, con las lecciones que nos han dado y con todo el cariño que nos dan y seguirán dando.
      Creo que, aunque no nos demos cuenta, es el tesoro más valioso que tenemos y no lo acabamos aprovechando del todo. Ojalá y nos vean crecer durante muchos años más, pues no hay nada mejor que seguir creciendo y aprendiendo a su lado.

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